La silla de oficina

Hoy en día nuestro cuerpo tiene tres puntos débiles: los ojos, los pies y la espalda. Desafortunadamente la espalda es una de las partes que más castigamos. Nuestro estilo de vida sedentaria provoca dolor de espalda, de cervicales y de lumbares. Acabar con dicho dolor requiere una buena silla de oficina. Si para cuidar de vista necesitamos unas buenas gafas, para cuidar de nuestra columna vertebral debemos comprar una silla de oficina de calidad.

¿Cómo acabar con el dolor de espalda?

Aprender a sentarse bien. Saber como cuidar nuestra columna vertebral. No adoptar posturas antinaturales al sentarnos. Y sobretodo disponer de una buena silla de oficina.

¿Cómo identificar una buena silla de oficina?

La silla es un instrumento para el ser humano. Sirve para sentarnos. Debe ser cómoda. ¿Qué quiere decir cómoda? Al hablar de una silla de oficina se hace referencia a una silla que cuide nuestro cuerpo. En otras palabras, si estamos sentados 5 horas, no tenemos que sufrir dolor de espalda ni ningún mal. Para ello es fundamental que la silla se adapte a nuestro cuerpo. La silla de oficina debe interactuar con nosotros.

Para interactuar con nuestro cuerpo, dicha silla de oficina tiene que disponer de regulación de altura y del respaldo. La recomendación es que incorpore el mecanismo sincro. Permite regular el asiento y el respaldo de la silla de forma coordinada siguiendo el movimiento del cuerpo. Debe incluir regulación en profundidad del asiento. Todo ello sin olvidar los brazos y su regulación en altura y profundidad. Recuerda que los brazos son un freno al movimiento hacía adelante de nuestra espalda. Los brazos nos ayudar a mantener recta nuestra espalda.